Si quieres trabajar sobre tu adicción es importante comenzar a desarrollar rutinas.
Una rutina, especialmente en las fases iniciales, puede reintroducir a una persona en hábitos saludables y en un equilibrio. Tener una rutina diaria o semanal puede ayudar , si bien puede que no sea posible seguirla estrictamente todos los días, tener cierta apariencia de estructura puede hacer que los días sean más manejables.
¿Qué puede incluir una rutina?
- La hora en que una persona se despierta y se acuesta
- Organizar el horario de comidas/cenas.
- Actividades de ocio y tiempo libre.
- Socializar.
- Ejercicio.
- Programas de trabajo.
- Higiene personal.
- Realización de tareas del hogar.
- Tiempo de autorreflexión o meditación.
- Compromiso y participación en los grupos de apoyo.
- Explorando nuevos intereses o actividades.
El comienzo del abandono de la adicción puede ser especialmente difícil, ya que muchos luchan con sentimientos de irritabilidad, ansiedad, depresión, confusión, culpabilidad, dudas y vergüenza.
Aunque desde el principio estas rutinas pueden ser simples con el tiempo crecen y ayudan a preparar a una persona para responsabilidades adicionales a medida que recuperan la independencia.
Seguir una rutina también puede ayudar a fortalecer las relaciones con los demás. Las rutinas requieren que la persona se haga responsable y administre sus responsabilidades. Pagar facturas, cuidarse y ser responsable en su trabajo puede mostrar su crecimiento y tener un efecto positivo sobre quienes lo rodean. Además, puede fortalecer su autoestima y autoconcepto, aumentando así los niveles de confianza y autoeficacia.
Algunos de los beneficios incluyen:
- Los problemas relacionados con el sueño son comunes. Establecer horarios regulares en los que te vas a dormir y te despiertas puede ayudarte a ajustarte a un patrón de sueño normal más rápidamente.
- Las rutinas aumentan la productividad. Sin un esquema de responsabilidades, puede ser fácil perder el tiempo y quedar atrapado pensando en lo que podría hacer en lugar de actuar.
- Las rutinas pueden hacer que las responsabilidades parezcan más manejables. Es fácil sentirse abrumado por las tareas, pero al crear una rutina, parecen ser piezas más pequeñas de un rompecabezas más grande, en lugar de una fuerza abrumadora.
- Tener una rutina reduce la probabilidad de procrastinación. Si se sabe qué tareas debe completar para el día, es más probable que se trabaje para realizarlas porque están programadas.
- Desarrollar una rutina puede ayudar a una persona a establecer hábitos saludables. Dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y cuidarse puede mejorar el proceso de recuperación. Asegurando que la salud física de una persona mejorará junto con su salud mental y emocional.
Para que las rutinas sean saludables y razonables, es necesario considerar lo siguiente:
- Las rutinas tienen mejor éxito si se programan semanalmente para que puedan cambiar según las necesidades.
- Las rutinas deben poder flexibilizarse si hay una buena razón para hacerlo.
- Siempre es interesante programar nuevas actividades para aprender más y enriquecer la propia rutina.
- El horario debe ser realista y alcanzable.
- La rutina debe crear un equilibrio física, mental y emocionalmente.
- Pueden ayudarnos las ideas de otros que han desarrollado con éxito rutinas saludables y manejables.
- Priorizar lo que es más importante. La rutina es vital para gestionar la recuperación, pero no siempre debe colocarse por encima de las necesidades de los demás.
- Asegurarse de tener tiempo para los seres queridos y reconstruir las relaciones que pueden haber sufrido a lo largo de los años debido a la adicción.